lunes, 11 de octubre de 2010

página 606

Ya no llevo nada encima. Ni el aerosol amarillo que hasta hace poco agarraba firmemente con la mano, ni la podadera recién afilada. Tampoco llevo la mochila a la espalda. Ni comida ni bebida. Ni la brújula. Lo he arrojado todo a un lado del camino. Y, al hacerlo, le estoy comunicando al bosque de una manera muy visible que ya no le tengo miedo, que he sido yo quien ha optado por la completa indefensión. O tal vez me lo esté transmitiendo a mí mismo. Y yo, desprotegido de mi dura coraza, únicamente carne y sangre, me encamino solo hacia el centro del laberinto. Me dispongo a abandonarme al vacío que hay allí

5 comentarios:

Ella dijo...

Que recurrente es Umibe no Kafuka en este blog ehh, y lo escribo en V.O. porque me mola más.

sheldon dijo...

joé, que solo llevo dos entradas...para el pedazo de libro que es, son pocas ( tengo en mente alguna más)

cierto, mola más en VO

recurro a los libros para expresarme, no hay nada malo en ello, no?

Ella dijo...

Ya, era por tocar las narices, je.

Claro que no hay nada malo en ello, los libros son una fuente inagotable de inspiración jajaja.

sheldon dijo...

mira que graciosilla ella :pppp


si inspiración no me falta, pero teniendo en cuenta que ya calificaron este blog de paranoide ( y me parece perfecto, que conste)pues si pusiera todo sería ya... que te voy a contar a tí...

Ella dijo...

Of course ;)

Pues a lo mejor te venía bien, bueno, a lo mejor no, seguro, y a mí también